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Narra Bill:

Ya llevo una semana y unos cuántos días en el instituto, voy para allá y luego vuelvo a casa, me la paso entre escribir, ese instituto y hacer nada, parece una rutina agradable, pero hay algo que me mantiene intrigado, bueno la verdad es alguien, ella, (tunombre). Es como una caja pandora, me enfada bastante su actitud, pero con el paso de los días he ido notando cosas bastante interesantes, observándola he encontrado entretenidos detalles, como que siempre lleva el mismo collar y el color de sus uñas también siempre es el mismo, luego me he fijado en su mochila, en que lleva algo escrito, aún no he descubierto que es, puesto que está en español, pero he imaginado algunas cosas. Igualmente me he encaprichado con sus movimientos, su caminar, y por último con sus ojos, no debería molestarse en intentar mentir o en ocultarse, el color y el tinte de su mirada  se agota, y es ahí cuando todos saben que está triste, o por lo menos el que la ha mirado de verdad.

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Narras tú:

Así que ese era Tom Kaulitz, se ve más fornido, más hombre, pero no me interesa, que tipos más insoportables y arrogantes. Seguí deambulando por el pasillo hasta que llegué a mi sala, quedaban unos cuántos minutos de la clase de física, entraría a Historia un rato para que no me molesten, aunque también es una porquería, cada país tiene su propia forma de contar la historia, son tan subjetivos. María Helena, la suspicaz pero anciana profesora de física salió de la sala y entré, me senté a un lado de Mary que acababa de volver de un viaje  y comenzamos a hablar, para mi mala suerte, el profesor de historia  estaba enfermo y Bill entró a la sala antes de que yo pudiera escapar. Entró, nos saludó y comenzó a hablar, me enfermaba él y las idiotas que se le tiraban encima en cada clase, cuando lo que menos les importaba era la música. Mientras lo rodeaban y le hablan, los instrumentos y todo lo referente a la clase quedaba a un lado tirado, sólo Mary y yo quedábamos ahí, me senté frente al piano mientras Mary seguía contándome sus aventuras en California y a cuantos había engañado por allá y comencé a tocar algo lento, simple,  quería dejar de escuchar los gritos.

Mary: yo conozco esa canción ¿es Clocks?

Tú: exacto, mi hermana la tocaba en guitarra y yo la tenía que cantar, luego descubrí que sonaba mejor en el piano.

Mary: ¿Cómo está tu hermana? Hace tiempo no la veo.

Cuando me disponía a responder su pregunta, ambas nos dimos cuenta que toda la clase, incluido Bill me miraban mientras tocaba.

Tú: ¿Qué miran, no tienen algo mejor que hacer?               

Todos volvieron a lo suyo y yo salí del piano, algo sabía tocar , pero no me clasificaba como buena, muchas 

veces los dedos se me enredaban y terminaba con un ruido desastroso.  

Luego de esa clase y otras más que no recuerdo, me fui a mi casa. Al llegar el ambiente no era el mejor, mis padres estaban peleando, de nuevo. ¿Por qué llegan temprano si la pasan mejor en la oficina? Odio cuando la gente grita, los oídos se me estremecen y sé que algo malo está pasando, lo único que logré hacer fue subir a saludar a mi hermana, pero en lugar de un abrazo terminé llorando en su hombro. Quizás fue las mezcla de tantos malos ratos, o quizás era la misma nostalgia de siempre la que me estaba atacando.

Capítulo 6 ~ Encuentros ~

Bill: ¿Qué quieres?

Tú: tu tarjeta de profesor.

Bill: ¿Mi qué?

Tú: eres profesor, o algo así, deben haberte dado una, una tarjeta de color naranjo.

Bill: ¡Ah sí! Ésta.-saca una tarjeta de su billetera-

Tú: -intentas agarrarla-

Bill: no, no. Primero dime para qué sirve.

Tú: esa tarjeta abre todas las puertas del colegio a las que yo, como una simple alumna, no puede acceder.

Bill: ¿En serio?

Tú: sí. Incluso cada profesor tiene una sala para él, que tiene televisión, muuuucha comida y  un sofa inmenso.

Bill: ¿Cómo sabes todo eso?

Tú: cuando llegue aquí, le robé la tarjeta a la ex profesora de Artes.

Bill: ¿Ex-profesora?

Tú: sí, la pobrecita no aguantó la presión. Sobre todo cuando “sin querer” le pinté unos bonitos bigotes a uno de sus cuadros.

Bill: ._. eres peligrosa, no te daré la tarjeta.

Tú: ¡Ay vamos! Sólo quiero comer algo y ver una serie por mientras que no puedo entrar a la clase.

Bill: ¡No! Lo que dijo Kathy es verdad, tienes que aceptar tus responsabilidades y dejar de hacer idioteces.

Tú: -Baja la cabeza- sí, tienes razón. Tengo que portarme mejor.

Bill: -asombrado- Que… que bueno que estás pensando mejor.

Tú: tienes razón, gracias por tus palabras, son muy bonitas y…-se acerca a él- Y ¡MATANGA!-le quita la tarjeta de las manos y sale coriendo.

Bill: ¡NO! ¡(tunombre)!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Tú: gracias queridito.

Bill: no, ¡vuelve!-sale corriendo tras ella-

Tú: -subiste rápidamente dos escaleras y llegaste rápidamente a los cuartos- Yu jú!

Bill:-apenas subía los últimos escalones, cansado- ¡(Tunombre)! Deja esa tarjeta.-corre hacia ti he intenta quitarte la tarjeta-

Tú:-la escondes en tus manos - Sólo déjame ver como es adentro.

Bill: ¡No! Devuélvemela.

Tú: -mientras Bill te grita, lentamente y sin que se dé cuenta pasas la tarjeta y la puerta se abre- ¡Se abrió!

Bill: ¡Ash! Te dije que no lo hicieras.

Tú: -entrando- es perfecto, hay comida, cama, ¡series! ¿Qué veo? ¿House o grey’s anatomy? podría haber sushi por aquí…

Bill: ¡No verás ni comerás nada!

Tú: Mira, si tienen sushi…-hablaba animada-

Bill; (tunombre) porfavor.

Tú: es perfecto.

Bill: -comenzando a enojarse- ¡ash, ya! ¡Vete de aquí, estoy harto de toparme contigo y tener que aguantar tus actos impulsivos e irresponsables, eres una señorita y te comportas como una loca! Basta de eso, madura y deja de jugar a la rebelde, si tus padres ni siquiera te toman en serio.

Tú: -Lo mirabas atentamente mientras hablaba y cuando se calló, diste dos pasos, le tiraste la tarjeta en la cara y saliste de ahí sin decir una sola palabra-

¿Qué fue lo que le dije? ¿Fue muy malo o estuvo bueno ser duro con ella? Pero… ¿Qué tan duro fui? Ash, es que me sacó de quicio. Me senté un momento en el sillón y me di cuenta que debía estar haciendo clases, me paré, cerré la habitación y me fui  a la sala en la que me tocaba, ella esta metiéndose mucho en mi cabeza, no debo dejar que eso pase.

Bill: ¿aló? ¿Tom?

Tom: ¿Dónde estás?

Bill: en el instituto.

Tom: ¿por qué tan temprano?

Bill: porque sí.

Tom: ¿te llevaste mi chaqueta?

Bill: sí

Tom: ¡La necesito! ¡No me saques las cosas sin preguntar!

Bill: es que en la mañana estaba dormido, no vi, pensé que era la mía.

Tom: ¡Devuélvemela!

Bill: como si fuera muy linda.

Tom: tráemela.

Bill: no, ven tú a buscarla.

Tom: tú te la llevaste, ven tú.

Bill: ¿quién me metió en esto?  Los profesores no podemos salir a cualquier hora.

Tom: ash, iré para allá. 

Bill: te espero, hermanito.

Después de la conversación llegué a la clase, bastante atrasado, pero lo importante es que fui, se me hizo largo el tiempo que pasé ahí, creo que tenía la cabeza en otro lado.

Tom:-bajando del auto- ¿Dónde diablos estoy?

Tom vestía pantalones negros, medianamente anchos y un chaleco del mismo color, usaba lentes de sol y caminaba con un aspecto de suficiencia, buscando a alguien que le dijera donde estaba su hermano. Recorrió todo el patio del instituto pero casi todos estaban en sus respectivas salas, luego se le ocurrió entrar, caminó por el largo pasillo hasta que se encontró con una chica que por una maravillosa coincidencia eras tú.

Tom: ¡Hey!

Tú: ¿qué?

Tom: ¿Sabes donde puedo encontrar a Bill?

Tú ¿Ah?

Tom: Bill Kaulitz.

Tú: No tengo idea y no me importa.

Tom: ¿perdón?

Tú: te perdono. 

Tom: ¿Sabes quién soy?.-algo extrañado-

Tú: no.

Tom: soy…

Tú: -interrumpes- y no me importa.

Tom: Soy Tom, el guitarrista de Tokio hotel.

Tú: ¿y?

Tom: ¿quién demonios eres tú?

Tú: (tunombre) un mal gusto conocerte Tom.

Tom: ¿Sabes? Mejor sigo caminando.-comienza a irse-

Tú: -ríes despacio-

Tom: -se gira- ¿algo te parece chistoso?-enojado-

Tú: sí.

Tom: ¿qué?

Tú: no importa.-reías despacio nuevamente-

Tom: -se acerca a ti- niñata, que atrevida eres.

Tú: ¿en serio?-lo miraba con una sonrisa infantil-

Tom: -Observó por un momento tus labios rojos y se le pasó el enojo- Sí…

Tú: que entretenido…-se miraron directo por un par de segundos-

¡Tom!.-se escuchó gritar a lo lejos-

Tom: -se voltea- ¡Bill! ¿Dónde estabas?

Bill: ¿qué haces con ella?

Tú: llegó Mr. Responsabilidad.

Tom: ¿Lo conoces?

Tú: lamentablemente.

Tom: pero me dijiste que no sabías…

Tú: yo digo muchas cosas.

Bill: te dije que me esperaras afuera.

Tom: No me gusta esperar.

Bill: Acá está tu chaqueta, vete.

Tú:-mirabas entretenida la escena- ¿Son hermanos?

Tom: sí.

Tú: ah, un pack de idiotas.-sonríe y comienza a caminar-

Tom: ¿Te gusta molestar a la gente verdad?

Tú: ¿Cómo adivinaste?

Tom: -sonríe- ¿Te vuelvo a ver?

Tú: ¿ah? No, en esta vida, no.-se va-

Tom: wow.

Bill: ¡¿wow qué?!

Tom: que chica más, emm, audaz.

Bill: ¿qué? ¡Tom! Tiene 17 años.

Tom: se ve más grande.

Bill: si sé.

Tom: espera, ¿ELLA ES LA QUE TE HACE BULLYING?

Bill: no me hace bullying ¬¬ pero sí, es ella.

Tom: ¿Por qué no me dijiste que era tan bonita?

Bill: Tom, a ella no te acercas, y sólo es normal, no bonita.

Tom: ¿Te fijas en sus labios?

Bill: ¡no! Es mi alumna.

Tom: eres un idiota, bueno, como sea, es muy chica para mí, me voy.-le da una palmada en la espalda a Bill y se va-

Bill: Adiós. [Tampoco es tan pequeña…¿o sí?]